Después de la licenciatura en Letras en la Universidad Estatal de Milán en 1944 (tesis sobre Maurice Barrés), Lisa Morpurgo trabajó para la editorial Longanesi, traduciendo del inglés y francés, y luego alcanzó la responsabilidad para los derechos de publicación de las obras extranjeras.

La traducción de una obra de François-Régis Bastide sobre los retratos zodiacales despertó su curiosidad por la astrología, una disciplina que hasta entonces había sido ajena de su camino cultural. Profundizando esta forma de conocimiento, y usando amigos excelentes como experimentadores, por la mayoría hombres de letras como Eugenio Montale, Dino Buzzati, Guido Piovene, Gabriel García-Márquez, Mario Vargas Llosa, que la empujaron a publicar sus observaciones, llegó a un nivel de conocimiento de la materia que le impuso descubrir los porqués del funcionamiento de los mecanismos zodiacales.

Desde este punto, tuvo lugar una impresionante cantidad de descubrimientos: ya no podía aceptar los obsoletos dogmas de la astrología tradicional, y en cambio buscaba los mecanismos zodiacales reales y científicos que establecen el marco de cada fenómeno.

Analizando lo que consiente funcionar a la astrología, Lisa Morpurgo – entre otras cosas – llegó a:

•     individuar X e Y, los dos planetas mas allá de Plutón

•     descifrar la completa estructura de nuestro Zodiaco

•     deducir las exaltaciones planetarias en transparencia

•     decodificar los sistemas zodiacales A y B, con las relativas cuatro secuencias zodiacales

Todo eso fue acompañado por geniales observaciones y deducciones.

Se realizó la así llamada Astrología Morpurghiana, basada en criterios científicos y modernos, dentro de un sistema completo y profundo de análisis e interpretación de los elementos zodiacales.

Este sistema, enlazando las cartas natales individuales con la estructura esquemática del Zodiaco, creó profundizaciones y enriquecimientos de los símbolos hasta consentir análisis como jamás antes.

Lisa Morpurgo revolucionó la astrología tal como se la entendía hasta entonces, abriendo el camino a nuevas investigaciones por afrontar con método serio y riguroso, y fundando su propia escuela sea dando clases ella misma sea a través de sus libros, un verdadero hito para cada astrólogo.

En suma, se puede afirmar que Lisa Morpurgo llegó al descifre completo del Zodiaco basándose en principios lógicos, férreos y geométricos, identificando todos los componentes y decodificando lo que se oculta dentro del mecanismo: ese código interpretativo de la realidad que – con sus diferentes sistemas zodiacales A y B, cada uno con sus propios Zodiacos específicos – completa el mapa de una auténtica Cosmogonía.